Este viernes, 19 de enero, un gran jurado acusó formalmente a Alec Baldwin de un cargo por homicidio involuntario por un disparo fatal en 2021 durante la filmación de Rust, en Nuevo México.
Los fiscales especiales llevaron el caso ante un gran jurado en Santa Fe esta semana, meses después de recibir un nuevo análisis del arma que se utilizó.
Baldwin, actor principal y coproductor de la película Rust, estaba apuntando con un arma a la directora de fotografía Halyna Hutchins durante un ensayo de la filmación cuando se disparó una bala que impactó en su pecho. La mujer de 42 años murió antes de llegar a un hospital.
Baldwin de defendió diciendo que apretó el martillo, pero no el gatillo, y el arma se disparó.
Los jueces acordaron recientemente suspender varias demandas civiles que buscaban una compensación de Baldwin y los productores de Rust después de que los fiscales dijeran que presentarían cargos ante un gran jurado. Los demandantes en esas denuncias incluyen miembros del equipo de filmación.
Los fiscales especiales desestimaron un cargo de homicidio involuntario contra Baldwin en abril, diciendo que se les informó que el arma podría haber sido modificada antes del tiroteo y funcionar mal. Más tarde dieron un giro y comenzaron a sopesar la posibilidad de volver a presentar cargos contra Baldwin después de recibir un nuevo análisis del arma.
El análisis de expertos en balística y pruebas forenses se basó en piezas de repuesto para volver a ensamblar el arma disparada por Baldwin, luego de que partes de la pistola se rompieran durante las pruebas realizadas por el FBI. El informe examinó el arma y las marcas que dejó en un cartucho gastado para concluir que el gatillo debió haber sido apretado o presionado.
El análisis dirigido por Lucien Haag de los Servicios de Ciencias Forenses en Arizona afirmó que, aunque Baldwin negó repetidamente haber apretado el gatillo, “dadas las pruebas, hallazgos y observaciones reportadas aquí, el gatillo tuvo que apretarse o presionarse lo suficiente para liberar el martillo completamente amartillado o retraído del revólver en evidencia”.
La supervisora de armas en el set de la película, Hannah Gutiérrez-Reed, se declaró inocente de homicidio involuntario y manipulación de pruebas en el caso. Está previsto que su juicio comience en febrero.
El subdirector y coordinador de seguridad de Rust, David Halls, no refutó el manejo inseguro de un arma de fuego en marzo pasado y recibió una sentencia suspendida de seis meses de libertad condicional. Aceptó cooperar en la investigación del tiroteo.